28.1.06

Iluminaciones Pt. 2.1

Les dejo una lista de canciones, un top 20 si se quiere, del año 67. Ojo, no tiene orden de preferencia.

1 Break On Through (To The Other Side) – The Doors
Porque es una clara síntesis de lo que mejor hacían los Doors: el ambiente pre-tormenta, el estribillo explosivo, el solo de Manzarek, el show de Morrison.

2 Michelle – The Free Design
Mejorando a los Beatles en cualquier sentido.

3 Pegassus – The Hollies
Curiosa incursión de un grupo no psicodélico en un tema mitológico y aparentemente ajeno. Sin embargo, los Hollies componen uno de sus mejores temas, ¡hasta tiene un relincho al final!.

4 Two Sisters – The Kinks
Una canción que me encanta, que habla de dos hermanas: una “exitosa”, mundana y la otra, una ama de casa hastiada por una vida proletaria y sin brillo. Sylvilla looked into her mirror / Percilla looked into the washing machine canta Ray Davies acolchado por un clavicordio. Lo acompañamos en sentimiento.

5 She Smiled Sweetly – The Rolling Stones
Ya lo dijimos la otra vez, una de esas baladas tan Stones o también, lo que jamás podrán hacer los Ratones Paranoicos, ni hablar de Pity.

6 Being For The Benefit Of Mr. Kite! – The Beatles
Lejos, lo mejor del Sargent Pepper, porque al mismo tiempo reúne el verdadero espíritu de lo que debía ser el álbum: una oda a la infancia y a los recuerdos de niño; y por otro lado, por el hecho simple y elocuente de que mantiene una coherencia desde que empieza hasta que termina y no está arruinada por trompetas fuera de lugar ni estribillos obtusos. Propongo algo: las canciones buenas de los Beatles son aquellas que los Danger Four o Los Beats jamás van a tener en su repertorio ¿o alguna vez los escucharon hacer Tomorrow Never Knows o Paperback Writer?, ¡no!, es Yesterday o Yellow Submarine lo de ellos.

7 Walk Away Renee – The Left Banke
Quizás sean el grupo que mejores arreglos de cuerdas tenían por aquellos años. Aquí son exquisitos como siempre, también se destaca el teclado, bastante más sutil que el de Manzarek.

8 Mathilde – Scott Walker
Cuantas trompetas y cuanto glamour. Una comedia musical ambientada en el límite entre México y Tejas, con la épica de un western de Leone.

9 Echoes – Gene Clark
Como habíamos indicado la vez anterior, Gene Clark, era uno de los Byrds y en particular, quién compuso sus respectivos éxitos. Esta canción pertenece a su primer disco solista. Sorprende el cambio de tono en un tipo apegado a folk rock, tanto en los Byrds como en la mayoría de los temas que conforman su LP. Echoes tiene un tono entre elegíaco y nostálgico que le otorgan las cuerdas sin estridencias; que lo acercan al folk fino de un Lee Hazlewood y que depositan la canción en una atemporalidad propia de las grandes obras.

10 Cloud Song - The Incredible String Band
La comunidad de hippies, capaz de mezclar con rotunda simpleza y estructuras complejas folklores de distintas partes del globo, se despacha acá con una canción que empieza como un salmo, sigue como un bluegrass con percusión oriental y se eleva finalmente gracias a un contrapunto vocal tan feliz como la existencia de un duende.

11 Brown Eyed Girl – Van Morrison
La canción más reconocida del amigo Van, soulero blanco e irlandés. Morrison tiene una voz que, al principio, puede confundirse con la arrogancia vocal de un Jagger. Brown Eyed Girl, sin embargo, está más cerca de ese sabor americano popular -al estilo Elvis en Suspicious Minds-. Un tema setentas en el corazón de los sesentas.

12 The Wind Cries Mary – Jimi Hendrix
Un tema “tranquilo” y hermoso, una guitarra que no se incendia, una letra que habla de lo que no se puede remediar, raro en un tipo que, hacia poco, había pedido permiso para besar el cielo.

13 Venus In Furs – The Velvet Underground & Nico
Un cortejo fúnebre que musicaliza una historia de fetiches y sadomasoquismo (que cita al libro de Sacher-Masoch); lacerante debe ser el término más adecuado para definir el modo en que Lou Reed dice “Severin, Severin”. La pandereta narcotizada y la viola de John Cale acompañan este descenso a un infierno personal, dantesco.

14 I Can See For Miles – The Who
Un fiel testimonio del sonido del grupo: los power chords, las guitarras salvajes, la furia de la bateria del gran Keith Moon.

15 Chapter 24 – Pink Floyd
Rodeado de gnomos y espantapájaros, Barrett nunca abandona la fantasía psicodélica. Una canción perfecta por donde se la mire. La línea de bajo, los teclados ominosos, los chispazos de la batería; es, sin duda, la entrada de lo sagrado al rock.

16 I’ll Keep It With Mine – Nico
La voz de Nico, con ese acento alemán, seca como un daiquiri de arena, acompañada por John Cale, en un álbum lleno de angustia (angst) como una película de Fassbinder.

17 Dance Of The Inhabitants Of The Palace Of King Phillip XIV Of Spain – John Fahey
Fahey es un tipo difícil, un poco demasiado para los oídos standart, pero este tema instrumental de nombre largo como la avenida Rivadavia, es una interesante lectura del blues con guitarra slide. Suena bastante moderno Fahey, tanto, que hoy es reverenciado por la nueva ola de free folks como Devendra Banhart.

18 Psyché Rock – Pierre Henry & Michel Colombier
Canción electrónica que inspiró fundamentalmente a Fatboy Slim y a Danny Elfman para la canción de Futurama. ¡Qué bien que suenan las campanas!.

19 Death Of a Socialite – The Pretty Things
Canción dedicada a Tara Browne, hijo de uno de los dueños de Guiness -la cervecera- muerto en un accidente automovilístico -que Lennon citó en A day In The Life-, dado que Browne era uno de los animadores del swinging London (socialite, en inglés, significa persona que gasta su tiempo –y dinero- en el entretenimiento y no como yo creía en un principio, que hacía referencia a un socialista). Bueno, la canción sobresale por la guitarra acústica y los vientos, que casi están usados como en la actualidad, lo que contribuye a atribuirle una rara modernidad y extrañeza para la época.

20 Nightmares – The Creation
Otra muestra de lo que las enciclopedias pueden decir que era el rock mod, parecido a lo que estaban haciendo los Who por la misma época, aunque esta canción se mezcla con el britpop.
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21.1.06

Iluminaciones Pt. 2

Se va la segunda. Quisiera hacer algunas aclaraciones que, realmente llegaron a confundirme hasta a mí. Desestimamos discos de The Doors y The Beatles por no ser todo “lo psicodélicos” que dicen que son. Al mismo tiempo, festejamos la existencia de discos que no lo eran. Porque se preguntarán Uds. somos tan beligerantes con unos y tan celebratorios con otros, si a fin de cuentas, ninguno llega a ser, lo que a unos le pedimos y a lo que otros le exoneramos, estos es, psicodélicos.

Luego, me di cuenta de que podía reconocer todo lo psicodélico en un disco, pero que no era tan fácil decir que era la psicodelia en si. Recurrí a la e-enciclopedia:

Psicodelia es la adaptación al castellano del inglés psychedelia, un neologismo
formado a partir de las palabras griegas psyché, "alma", y délomai,
"manifestar". El científico Humphrey Osmond inventó la palabra psychedelic,
"que hace manifestarse el alma", para referirse a las drogas comúnmente
llamadas alucinógenas, como la LSD


Como toda definición enciclopédica, tiene gusto a poco. Que diferencia habrá entre dos obras artísticas, una psicodélica y la otra no si creemos que en ambos casos son la manifestación del alma del artista que las crea.

Más adelante, la enciclopedia nos enfrenta al término sinestesia. La sinestesia sería, tanto en la retórica como en la neurología, la mezcla de dos impresiones diferentes. Así, Rimbaud le encontraba un color a las vocales en La Alquimia Del Verbo (¿recuerdan este nombre?). En la neurología, una persona sinéstesica podría ver sonidos u oler colores -Nabokov, dicen, “sufría” de sinestesia-. Según lo que se sabe, el LSD, permitiría acceder a semejantes sensaciones.
Punto final para la enciclopedia.

Más allá de la farmacología, podemos decir que la psicodelia para nosotros tiene más que ver con la ampliación del campo de batalla, esto es, encontrarle el color a las vocales, comprometerse en una vorágine creativa, una vocación de futuro; no por casualidad las zapadas interminables, las referencias al espacio. Pero también, la búsqueda de un pasado mitológico, o la creación de nuevos mitos (Donovan habla de Tolkien, Bolan de dragones y elfos, Barrett de gnomos). En suma, ser psicodélica no necesariamente hace que una obra de arte sea buena; la psicodelia será para nosotros la explosión creativa, el ir más allá de los límites. Por ese mismo motivo, algunos no saldrán de lo que vulgarmente se conoce como psicodelia. Nuevos colores, radiantes sensaciones, nos esperan en este segundo “viaje” por los discos del glorioso año de 1967.

The Byrds – Younger Than Yesterday

Los pájaros eran una banda formada en el lado Oeste -donde juegan los Lakers y Seattle-, de California. Entre sus integrantes estaban Roger “12 string guitar” McGuinn, Gene Clark que era el compositor estrella y David Crosby -que luego formaría con Stills, Nash y Neil Young, adivinen qué-. El cancionero de los Byrds siempre estuvo ligado al country rock, al folk rock. Sus mayores éxitos a nivel popularidad vinieron de la mano de una canción de Bob Dylan –dicho sea de paso, versión mejor que la original-, Mr. Tambourine Man y Turn, Turn, Turn; otro éxito suyo es I'll Feel a Whole Lot Better, que los Byrds nunca imaginarían que iba ser famosa por estos lugares alejados de la gracia de Dios: para el que no lo sabe, es Me siento mucho más fuerte sin tu amor de Charly Garcia. Durante toda ésta época (del ‘65 al ‘67) eran algo así como los Beatles americanos. No sólo es una cuestión de analogías sino que verdaderamente se escuchaban entre ellos. Para este disco ya habían echado a Gene Clark y venían de mover el avispero con la última canción del trabajo anterior Eight Miles High; la primera, propiamente psicodélica del grupo.
Empieza este disco con So You Want To Be A Rock & Roll Star, que es una crítica a los grupos armados por los productores (si, eso no es un invento de Santaolalla ni de Popstars). Mantiene, Younger Than Yesterday, la misma tesitura de los discos anteriores, buenas melodías y arreglos vocales superlativos. Hay un poco de aire psicodélico en C.T.A. en la que habla una especie de Yoda al final de la canción. Mind Gardens también tiene reminiscencias asiático orientales, con cintas pasadas al revés y ese sonido tan de la época, que muestra la influencia de los Beatles. Si quieren empezar con los Byrds arranquen por Mr. Tambourine Man para el folk rock o Sweetheart Of The Rodeo si les gusta más el folk y country más unplugged.

The Rolling Stones - Between The Buttons US (febrero)

No esperen que les cuente como se conocieron Jagger y Richards. Después del interesante Aftermath, los Stones van a sacar tres (!) discos en este año. BTB arranca con Let’s Spend The Night Together, es decir que empieza bien. Yesterdays Papers ya tiene algunos instrumentos raros aportados por Brian Jones pero es un tema que se queda ahí. Ruby Tuesday es un clásico y esta bien que así sea porque tiene con qué. Connection es un tema stone típico; en cambio She Smiled Sweetly cambia el registro hacia una balada que les sale muy bien: nos referimos a esas baladas cadenciosas, con un estribillo coreado y órgano. Cool Calm & Collected, incursiona en un mix de psicodelia y music hall sin decidirse por ninguno, lo que deja la canción en la mitad del camino. All Sold Out, es un tema muy de la época, más cercana a los power chords de los Who. My Obsession, también se tira más para el lado Who, igual no es muy remarcable: un relleno. Who’s Been Sleeping Here?, ya va prefigurando lo que va a ser el sonido Stone al final de la década, adaptando el folk americano a su estilo. Complicated, no confundir con el de Avril Lavigne, es otro tema con sonido stone, tampoco agrega mucho. Miss Amanda Jones, anticipa el sonido de los 70, buena canción en definitiva, aunque todavía les falta profundizar ese estilo. Something Happened To Me Yesterday, es una canción a lo Kinks y obvio, en comparación sale perdiendo por afano. Vemos como los Stones tienen un estilo pero todavía no está definido, por eso parecen metamorfosearse con las demás bandas de la época.

The Rolling Stones – Flowers US (Julio)

Flowers tiene otra tapa fea (y van...) y muchas canciones que no eran nuevas, es una especie de compilado raro, así cualquiera saca tres discos!. Arranca con Ruby Tuesday; el segundo tema es Have You Seen Your Mother Baby..., un single del 66 con sonido Stone más trompetas, me gusta hasta ahí, tampoco es gran cosa, es una variación de Let’s Spend The Night Together que le sigue. Lady Jane, que originalmente estaba incluida en Aftermath, es una balada, sin cadencia y sin que genere mucho interés, aparte es medio melodramática. Out Of Time es otro tema de Aftermath: linda canción y más soulera que la mierda que engancha perfecto con la próxima que es del gran Otis Redding, My Girl, otrora clásico del soul negro. Back Street Girl -que había sido lanzado en la edición de Between The Buttons inglesa junto con el tema que sigue- es otra balada, ahora con verdulera, lo que le agrega un toque afrancesado. Please Go Home, otro tema típico Stone, más para el lado setentas. Mother’s Little Helper, un tema más Kinks, y Take Or Live It y Ride On Baby -de la edición inglesa de Aftermath- que no agregan mucho. Sittin’ On a Fence, otro tema de relleno, en el que tratan de volver a usar la misma fórmula que Ruby Tuesday pero sin tanto éxito. Será que la tercera es la vencida, nos vemos en el próximo disco.

The Rolling Stones – Their Satanic Majestic Request (Diciembre)

Disco que graban durante todo el 67; este es el más psicodélico de los Stones, juran los periodistas, así que vamos a por él. Los Stones venían de quilombo tras quilombo: los habían penado por tener faso, se peleaban con Brian Jones, etc. El disco no tuvo buena acogida porque sonó que era pretencioso, como una prima menor del Sgt. Pepper (de hecho Lennon y Macca hacen coros). Veamos:
Un piano y unos vientos y cuerdas nos reciben en Sing This All Together, un tema con aires asiáticos por un lado y con ruiditos simpáticos -percusión, quizás marimbas-, y vientos por otro -un poco mal usados se ve que como ya les habían pagado... porque no soplan acá y acá. Lo mejor es que la canción está cantada a coro. Luego nos encontramos con Citadel, que no agrega mucho, no parece muy adecuada para este disco. In Another Land, es la única canción firmada por Bill Wyman, para que vean que eran democráticos y que este podía ser un Harrison. Sin embargo, es una canción bien psicodélica -como Lucy In The Sky- hasta el estribillo donde se convierte en otra canción stone, así que suponemos que le deben haber dicho: bueno hasta acá vos Bill deja que nosotros la terminamos. A mitad de camino entonces (termina con un ronquido!). 2000 Man es un temazo, no es muy psicodélico, es más, tiene un aire bien americano, una épica bien yanqui, sin embargo no desentona, no sobra –¡que buen estribillo para cantar en la cancha!-. El lado A terminaba con la coda del primer tema Sing This All Together (See Whats Happens), que dura casi ocho minutos y es una continuación más desangelada, en parte porque no cantan todos que es el detalle que me gusta de la primera; es una improvisación típica de la época sin muchas luces. El lado B empieza con She´s a Rainbow que es un clásico, a mi me encanta y me pone contento, así que no la critiquen -los arreglos de cuerdas son de John Paul Jones, uno de los Led Zepp. El disco sigue con The Lantern, que tiene ruidos de campanas, guitarra en feedback, pero en esencia es un tema Stone de los buenos, más tirando a setentas que a psicodelia, que no era lo de ellos claramente. Más adelante nos encontramos con Gomper, es casi evidente que está hecho por Brian Jones, hay mucho orientalismo y este si podría catalogarse como psicodélico. 2000 Light Years From Home indaga en el pathos espacial, pero los Stones han hecho cosas mejores. On With The Show es un tema Kinks, por el medio se pone medio caribeño con aires de calypso y termina el disco y el tema con esos ruidos tan avant garde. Resumen, un trabajo que no encuentra a los Stones en su salsa, un partido que juegan de visitante, pero ya llegarán los discos buenos hacia el final de la década cuando puedan establecer un estilo propio, más alejado de la moda, más cercano a su esencia.

The Free Design – Kites Are Fun

Banda loser si las hay, recién fue reconocida a fines del siglo pasado. Formada en New York, por tres hermanos y su padre (luego se agregaría la última hermana Ellen). La madre sólo cocinaba; chiste para nuestras amigas feministas. No metieron un hit ni que le vendieran el alma al diablo a pesar de tener unas canciones bellísimas y arreglos exquisitos. Quién sabe porque fracasaron tan estruendosamente, evidentemente en la construcción dialéctica de la historia, algunos talentosos fracasan y fracasados como La Bersuit se convierten poco menos que en héroes; pertenecerá la respuesta de este despropósito a los oscuros designios de la providencia. La música que hacen los Free Design puede encuadrarse en lo que se llama chamber pop, traduciendo es Pop de cámara, esto es, orquestaciones, vientos, cuerdas, armonías vocales. Algo así como la segunda etapa de los Beach Boys (cuando dejan de ser surf). Tienen poco de psicodelia, pero en este caso no importa, hacían una música hermosa. Sobresale Kites Are Fun y el cover de Michelle, harto mejor que el original (teníamos que pegarle a los Beatles en algún lado!).
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17.1.06

Kurosawa Updated

Ayer vi Seven Swords (Siete espadas, Tsui Hark, 2005). Aclaremos un poco las cosas: Tsui Hark, es hongkonés -¿se dirá así? me gustaría decir que es jongkongués- y tiene en su haber más de 40 películas. Allá o acá o en Europa, lo conocen como el "Spielberg" chino o hongkonés. La analogía viene por el lado del cine popular: Tsui hizo (y produjo) numerosos éxitos: las series de Once Upon a Time In China y Una Historia China de Fantasmas y fue el responsable del repunte cinematográfico de la isla en la década de los ochenta.

Seven Swords, su última producción, un éxito considerable en Oriente, es una película notable por varios motivos. La primera razón sería porque todavía es posible contar con un presupuesto millonario y hacer una película entretenida y más popular que masiva, cosa que a el Spielberg original a veces le sale y a veces no.

Seven Swords es una película épica con todo lo que eso significa: planos majestuosos, personajes "bigger than life", una idea del heroismo y del valor -en el sentido del coraje. Básicamente, repite el esquema de los siete samurais y de un montón de westerns: una ciudad/comarca/pueblo sitiado por fuerzas enemigas que son ayudados por un pequeño grupo de hiperprofesionales.

[Disgreción: Alguien se acuerda de una película, supongo que de fines de los setenta, principios de los ochenta que se llamaba Los Siete Magníficos? Esa película era la base del videojuego -eran cuatro pistoleros no siete de ahí mi duda- donde se podia "caminar" arriba de los caballos, las vacas, etc.? Confío en la erudición de nuestros lectores para zanjar ésta duda.]

Seguimos. Lo curioso de Seven Swords o lo que agregaría a la clásica premisa una novedad, sería por un lado, el elemento fantástico: los guerreros a los que van a buscar están en el "Monte Del Cielo" una especie de Parnaso, de Olimpo, en el que estos viven pero pareciera que están más bien en una reclusión como cumpliendo una pena, vg. para acceder a ellos se produce una lluvia de piedras calientes (leáse meteoritos). Cada uno, como los superhéroes, tiene una espada diferente y ultra sofisticada (los villanos también).

Otro atractivo extra son los aciertos en cuanto a la galería de personajes: el villano máximo, Viento de Fuego (los malos se llaman así, el mejor es "Trota sobre el arroyo"), es un desagradable sádico pero lo que tiene de desquiciado lo tiene de gracioso, de tan arbitrario en su maldad hace reir. Una de sus "pretores" es una mujer, look cyber-punk-samurai, lesbiana y aún más sádica que Viento de Fuego. Le encanta la sangre, incluso la propia.

Sin embargo, otro elemento fue el que más me llamó la atención: el trasfondo político. La sociedad sitiada por las ordas del emperador se autodenomina "Entre la tierra y el cielo" y orgánicamente se compone de un jefe que es bastante "democrático" -vg. se juzga a la hija y él no interviene- y según lo que se sabe, la comunidad es reconocida por su elevado sentido de la justicia. Pero uno de los guerreros profesionales siempre está a la defensiva con los pobladores, en especial con los más representativos. Un poco más tarde conocemos el motivo: su padre, viejo miembro de la comunidad, había sido acusado de traición -era inocente- y luego ajusticiado. Más tarde, uno de los antiguos y reconocidos ciudadanos, se revela como asesino y traidor. Si a eso le agregamos que uno de los guerreros había sido "brazo armado" de otro emperador, acaso no menos cruel que el presente, tenemos por un lado, una fuerte crítica a las instituciones pero también a las supuestas sociedades "libres", capaces de juzgar erroneamente y ser tan o más criminales como las instituciones más organizadas; por otro lado, un costado oscuro, más cercano al último Clint Eastwood, al de Los Imperdonables. Si atendemos al final -que no vamos a revelar- esa crítica casí se palpa en quién elige el director como sobrevivientes.

Quiénes busquen diversión la encontrarán; a mi me resultó más divertida que Kill Bill. Quiénes vayan un poco más allá del relato también van a salir contentos. Si la ponen en la mula, baja en dos dias, son dos cds pero valen la pena.

Felices Vacaciones.
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10.1.06

Iluminaciones Pt. 1

Si yo le digo año '67, usted en que piensa. No es "comer". Tiene otra oportunidad. Tampoco es "comida". Bueno, yo le digo (acá debería haber un separador musical con trompetas, tipo el mundo del espectáculo, pero ustedes críos ni sospecharán de lo que hablo): es el año "del nacimiento del rock". Es una definición muy pomposa, muy de diario. Supongo que quieren decir que desde ahora se lo puede tomar en serio; algo de eso hay, pero porque no tomarse en serio a Joe Meek, a los Trashmen, no sé. No es un nacimiento, es más bien el comienzo de una curva ascendente (de creatividad estamos hablando) que llega hasta el principio de los 80. Lo que vino después han sido reverberaciones de aquella época. Considerando nuestro carácter iconoclasta vamos a tomar postura por algunos discos de ese año, a otros, los vamos a desacreditar; como son muchos, va a haber ediciones (esta es la number one).

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The Doors - The Doors y Strange Days
Morrison se traía todo el bagaje intelectual de la UCLA (lo que debe haber sido la carrera de arte ese año y en ese lugar, por Dios) y traía además a Ray Manzarek (el que toca el órgano y el bajo) que es una de las cuestiones por las cuales hoy los Doors siguen generando interés; si piensan en los sesenta, en la cabeza suenan como el órgano de Manzarek. Los otros dos, con suerte acompañan. Hay quién dice que fueron una de las bandas más creativas de la historia. No estoy para nada de acuerdo. A nivel musical, canción digamos, no innovan más que cualquier otra banda de la época. Contrario a lo que parece, no son los paladines de la psicodelia; por más que se llamen así por lo de Huxley (y lo de Huxley viene por Blake) y hallan pasado la lengua por cuanta pepa se le presentase. Digámoslo, los Doors, tienen poca psicodelia y no tienen buenos discos (cuando hablamos de discos, hablamos de discos enteros). Este en particular, tiene Break on Through y claro está, The End, otro emblema generacional y sí, también está Light My Fire que fue el tema que pegó en el verano -esto es chicana!.
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A mitad de año, sacan el segundo disco, Strange Days, más oscuro y urbano, más cabaret (aunque a veces suenen café concert). En parte, repiten la fórmula anterior, esos ambientes pre-lluvia, de hojas volándose, de olor a tierra, para estallar en el estribillo. Poco agregan esos temas como Love Me To Times, que son "rock" más cercano al pub que a la psicodelia. People Are Strange, no es una gran canción pero me gusta mucho. Con When The Music Is Over hacen otro tema de diez minutos con psicodrama y gritos; como decíamos antes, parece que estuvieran inventando todo pero a nivel musical no es gran cosa, no es más que una larga zapada.

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The Kinks - Something Else by The Kinks
A mi gusto, la banda de los 60. Y es una banda con "discos" enteros. Quizás esta sea su grabación más citada a la hora de hablar de ellos. Contradiciendo al zeitgeist de la época, los Kinks le cantaban a lo que se iba; a los personajes del barrio y del colegio (David Watts y Harry Rag), al té de las cinco; en fin, a la britanidad, diría Roland Barthes. Es difícil no claudicar ante la voz de Ray Davies: lejos de la "interpretación" morrisoniana, se desgrana Davies, como una magdalena en el té, melancolía en cada canción, la de Ray es una voz que se está yendo (es la voz de lo que se está yendo). Aparte de ser uno de los mejores, quizás el mejor, cronista de su generación. Este es el primer disco en el que agregan cuerdas y algunos vientos; que después llegarían como para regalar en Arthur. Gran disco, más no el mejor de su carrera. Los Kinks tampoco sonaban psicodélicos, pero lo suyo ya era una distinción, no era quedarse a mitad de camino, era una elección estética. Something Else debe tener un solo tema más o menos (Tin Soldier Man, muy Submarino Amarillo, muy beatle pedorro, aunque sea superior a este, en un disco de los Kinks es lo menos bueno). Si quieren empezar con los Kinks empiezen por acá (hay dos canciones emblemáticas: Death Of a Clown y Waterloo Sunset). La edición moderna trae bonus tracks, que generalmente son los singles que sacaban por la misma época (Polly o Wonderboy, temas bellísimos).

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The Velvet Underground - The Velvet Underground & Nico
Posiblemente sea la grabación más importante de la historia. De hecho, ya que estamos cerca, Morrison había visto a la Velvet y flasheó. Se podría escribir la historia de muchas bandas a partir del tema que les sirve de matriz. Si algo creó este disco es una tradición. Está lleno de ideas (hay una manera de cantar, de tocar la guitarra y hasta de hacer ruido), de violencia y ternura, de drogas, de wild side, de mugre; en fin, pulsión de muerte –una patada en el culo al hippismo. Acá todavía cantaba Nico, una modelo alemana, que también tiene un disco hermoso editado este mismo año del que hablaremos en otra ocasión. El que no conoce la existencia de TVU&N puede considerarse ñoño, así nomás. Ah y no crean que esas modelos que llevan la banana en la remera lo escucharon!. Contiene uno de los mejores temas de la historia del rock: Venus In Furs.

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Scott Walker – Scott
Scott Walker, es lo que los periodistas llaman “un crooner”. Es de esos cantantes con orquesta, muy expresivos, alla Sandro –Scott fue un teen idol también-, pero con mucho más producción, por ejemplo: en el primer tema, de aires mexicanos, hay una cantidad apabullante de vientos, hasta Zapata parece estar soplando. Cuerdas, drama, dandysmo, canciones francesas, todo eso en este disco y los tres que siguen, titulados II, III y IV (plop!)


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Donovan – A Gift From a Flower To a Garden
Puede que Donovan –escocés, el que “le enseñó a tocar a Lennon la guitarra”- parezca un blandito, un ecologista, un hippie más. Muy poco hay de eso, cualquier disco de Donovan de esta época, tiene más psicodelia que si juntamos todos los de Dylan y los Beatles. Acá (en nuestro país, digo) parece que era conocido, Tanguito se hacía llamar Donovan (o Ramses) -esto es para los que quieren quedar bien con detalles de color. Este no es el disco que más me gusta, puede resultar un poco largo. El que quiere empezar con Donovan, que empiece por Barabajagal o Sunshine Superman.

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Jimi Hendrix – Are You Experienced?
Cuando empecé a escuchar rock “en serio” (cuando dejas de escuchar lo que tenes a mano, esa mierda que se escucha en todos lados, la que sale en la radio y en la tele) Hendrix era mi ídolo. Tenía posters en mi pieza, al lado del gol del turco Asad al Milan. Supongo que en esa época creía que el rock se terminaba en Voodoo Chile. Hoy ya no creo que se termine ahí ni mucho menos. Será que con los años aprendí a detestar a los virtuosos, aunque el negro este lejos de ser Clapton o alguno de esos nabos como Steve Vai, que deberían morirse ya. Son otros caminos los que transito ahora, pero quizás vuelva por el lado de Funkadelic a Axis Bold As Love, veremos. Hendrix es como esas novias de la primaria, si la volvés a ver hoy por ahí está gorda y pierde el encanto que tuvo cuando ella (y vos) era otra persona. Mejor que siga el recuerdo que no le hace mal a nadie. Y porque no, recomendemos a Hendrix, que tocaba bien la guitarra, no se coman lo de que la prendía fuego, eso es para la gilada; como decía un artículo que tenía pegado en mi pieza, lo mejor de Jimi, no eran los solos de guitarra, era el silencio que se producía entre explosión y explosión. Nunca lo entendí bien, pero algo de eso habrá.

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Love – Forever Changes
Recién ahora se le está dando la importancia que tiene. Huele a espíritu hippie, a pachulí (nunca supe bien que es esto, siempre pensé que era porro, pero no estoy seguro, por ahí es sahumerio). Otro disco lleno de ideas: de los arrebatos latino/españoles de Alone Again Or, la épica de A House Is Not a Motel, el pulso psicopop de The Daily Planet. Un disco un poco inclasificable, casi una epifanía. Un sonido personalísimo y bastante adelantado a su tiempo. Si los Doors rara vez se desprendían de la premisa: banda californiana (del Oeste) los Love, llenan de colores nuevos cada canción.

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Pink Floyd – The Piper At The Gates Of Down
Horrorícense: el MEJOR disco de Floyd. No me vengan con los discos progresivos, éste es progresista. Acá no le cantaban al “otro lado de la luna” estaban ahí. Como en el disco de la Velvet, hay una manera de tocar los instrumentos, absolutamente novedosa. Me llamó la atención siempre (ensayaban en una iglesia abandonada) un documental en el que Barret raspaba la guitarra obsesionado por un sonido atonal. A pesar de ser vanguardia, y aquí si, cumbre de la psicodelia, no es inescuchable. Tienen su costado brittish (Lucifer Sam, Bike, The Gnome) y linkea constantemente a Lewis Carroll. Después de esto, Barret limó mal, y se fue a vivir al altillo, todo quedó en manos de Roger Waters, y bueno, al que le guste bien, yo paso. Chapter 24, para el que quiera saber que corno es la psicodelia.

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The Beatles – Sargent Pepper’s Lonely Hearts Club Band y Magical Mistery Tour
Hay ochocientas millones de cosas escritas sobre los Beatles, un poco más sobre el Sargent Pepper. No sea tonto y repita boludeces: 1- Es un disco conceptual: falso, es un disco de canciones, lo que no lo hace bueno ni malo, que sea conceptual tampoco. De “conceptual” tiene el librito adentro y las canciones del Sargento y pará de contar. El que dice que es un disco “conceptual” sobre la infancia espero que argumente. Más “conceptual” es The Who Sell Out. 2-Disco Psicodélico: apenas algunos temas, Lucy In The Sky with Diamonds, Mr. Kite!, Within You Withouth You y A Day In The Life. Los demás temas aparte de no ser psicodélicos son medio pedorros (obvio, son del puto de macca; este es un disco MacCartney). Contrario a lo que puede parecer no aborrezco a los Beatles, de hecho me gustan bastante, pero no son ni ahí los genios que dicen ser (a veces ellos y a veces los periodistas).

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Magical Mistery Tour tampoco es gran cosa, ni siquiera es un disco, es un rejunte de temas: Flying está bueno y es desconocido; I am The Walrus es un clásico, Strawberry Fields también y Baby You’re a Rich Man es Lennon; los otros temas son de Macca, que no le pegamos más porque va a parecer que nos ensañamos.

Fin de la parte Uno.

Dedicada con amor (obviamente) a M. E.
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7.1.06

Sépanlo: Dios No Existe


¿Porque se lleva a unos en Moreno

y otros pasean impunemente por Europa?

eh? porque?

La Consigna del año es:
"FREE YOUR MIND AND YOUR ASS WILL FOLLOW"

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