Excursión a Florida por el camino del samurai
Ustedes, queridos compañeros, ya habrán tenido el gusto de leer aquí la reseña de lo que ya se conoce como la noche "del hombre que no podía decir que no". A continuación les ofreceremos algunos documentos fotográficos, en formato Cinesmascope, de aquella velada de carácter extraordinario. Y por el mismo precio les regalamos, lo que en una revista tipo paparazzi sería el poster "desplegable central", con una figura estelar. Para pegar en tu cuarto al lado de la de Nazarena!. Y si sos mujer, al lado de la de Steve MacQueen.
Documento 1: "El Buen Hombre, La Amiga de La Hija y El Que No Podía Decir Que No"
(Diálogo)
El Suegro: Decime cual es?
C.G.: Aquél.
El Suegro: Que habré hecho mal?
C.G.: Vos nada... yo se lo presenté.
El Suegro: Me debes una.
C.G.: El crimen no paga.
El Suegro: Esto te va a costar caro.
C.G.: Más caro te va a salir a vos: Es sociólogo.
El Suegro: Esto se desnaturalizó.
Documento 2: "La Torta, El Hombre Que No Podía Decir Que No y El Observador Participante"
Hombre que no podia decir que no: "Chá de la lora ésta es la quinta porción"
Observador: "Los placeres hay que dárselos en vida"
Hombre...: "Hablando de dar, dame una patada en el pecho, estoy atragantado"
Documento 3: "El Show De Moscato con escenografía de amor"
M.: "Esta gente de ahí atrás es de décima".
Todos a coro: "Moscato, Moscato"
M.: "Son un público de décima"
M.: "Anti en Ramos"
El Despeglabe central para coleccionar. "Moscato In The Sky With Diamonds"
Como vemos algunos históricos que la nueva camada de compañeros anda medio perdida en la posmodernidad, les sugerimos seguir el camino del Samurai (hagakure), algunos simpáticos consejos que pueden aplicar en la vida diaria.
"Cuando hice la siguiente pregunta: "¿Qué es lo que no debe hacer jamás un Samurai que esté al servicio de daimyo?", Me fue contestado: "Un Samurai no debe ni beber demasiado ni estar demasiado seguro de sí mismo ni darse a la lujuria." En período de dificultad, estas debilidades sólo tienen pocas ocasiones de ser satisfechas. Así, sólo tienen consecuencias limitadas. Pero cuando los tiempos mejoran, la vida se vuelve más fácil. Entonces estos tres defectos se vuelven susceptibles de tener consecuencias nefastas. Examinad de cerca la carrera de personas que conocéis. En cuanto empiezan a palpar el triunfo, se vuelven arrogantes sin medida, se entregan a un lujo imperdonable. Es bueno enfrentarse con dificultades en la juventud porque el que no ha sufrido jamás no ha templado plenamente su carácter. Un Samurai que se desanima o abandona frente a las pruebas, no es de ninguna utilidad."
"La bondad o la maldad del carácter de un individuo no se reflejan en el éxito momentáneo o en el fracaso, aquí abajo. El éxito o el fracaso no son, a fin de cuentas, más que manifestaciones de la Naturaleza. El bien y el mal son, sin embargo, naturalezas humanas. No obstante, es cómodo, por razones didácticas, expresarse como si el éxito o el fracaso en el mundo fueran el resultado directo de un buen o mal carácter."
"Los tiempos han cambiado mucho en el transcurso de estos últimos treinta años. En nuestros días, cuando los jóvenes Samurais se reúnen, hablan de dinero, de provecho, de pérdidas, de la manera de administrar su casa, de los criterios para juzgar el valor de la vestimenta, e intercambian opiniones profanas. Si otro tema es evocado, el ambiente se estropea y cada uno se siente vagamente a disgusto. ¡Qué estado tan lamentable éste al que hemos llegado! Antaño, hasta la edad de veinte o treinta años, un hombre joven no tenía ningún pensamiento para las cosas materiales o indelicadas, por lo tanto no hablaba de ellas jamás. Si, por accidente, en su presencia, los hombres de edad madura dejaban escapar de sus labios alguna reflexión fuera de lugar, se sentía tan afectado como si hubiera recibido una herida física. La tendencia nueva ha penetrado aparentemente mediante lo que los tiempos modernos aprecian al máximo: el lujo y la ostentación. Sólo el dinero tiene importancia. Es manifiesto que si los hombres jóvenes no tuvieran estos gustos de lujo, incompatibles con su situación, esta actitud errónea desaparecería. Por otra parte, alabar como ricos en recursos a jóvenes ahorrativos y parcos, es completamente despreciable. La frugalidad equivale a la ausencia del sentido del giri u obligaciones sociales y personales. ¿Necesito añadir que un Samurai que se olvida de sus obligaciones hacia los demás es despreciable, cobarde e indigno?"
"La vía del Samurai exige, entre otras cosas, que se esté siempre dispuesto a someter a prueba la firmeza de su resolución. Noche y día, el Samurai debe seccionar sus pensamientos prepara una línea de acción. Según las circunstancias, puede ganar o perder. Pero evitar el deshonor es un hecho distinto de l victoria o de la derrota; para evitar el deshonor tal vez le será necesario morir. Pero si, desde el principio, las cosas no se desarrollan como había previsto, debería intentarlo de nuevo. Para ello, ninguna sabiduría ni habilidad particular son precisas. El Samurai valiente no piensa en términos de victoria o derrota; combate fanáticamente hasta la muerte. Sólo de este modo realiza su destino."
Documento 1: "El Buen Hombre, La Amiga de La Hija y El Que No Podía Decir Que No"
(Diálogo)
El Suegro: Decime cual es?
C.G.: Aquél.
El Suegro: Que habré hecho mal?
C.G.: Vos nada... yo se lo presenté.
El Suegro: Me debes una.
C.G.: El crimen no paga.
El Suegro: Esto te va a costar caro.
C.G.: Más caro te va a salir a vos: Es sociólogo.
El Suegro: Esto se desnaturalizó.
Documento 2: "La Torta, El Hombre Que No Podía Decir Que No y El Observador Participante"
Hombre que no podia decir que no: "Chá de la lora ésta es la quinta porción"
Observador: "Los placeres hay que dárselos en vida"
Hombre...: "Hablando de dar, dame una patada en el pecho, estoy atragantado"
Documento 3: "El Show De Moscato con escenografía de amor"
M.: "Esta gente de ahí atrás es de décima".
Todos a coro: "Moscato, Moscato"
M.: "Son un público de décima"
M.: "Anti en Ramos"
El Despeglabe central para coleccionar. "Moscato In The Sky With Diamonds"
Como vemos algunos históricos que la nueva camada de compañeros anda medio perdida en la posmodernidad, les sugerimos seguir el camino del Samurai (hagakure), algunos simpáticos consejos que pueden aplicar en la vida diaria.
"Cuando hice la siguiente pregunta: "¿Qué es lo que no debe hacer jamás un Samurai que esté al servicio de daimyo?", Me fue contestado: "Un Samurai no debe ni beber demasiado ni estar demasiado seguro de sí mismo ni darse a la lujuria." En período de dificultad, estas debilidades sólo tienen pocas ocasiones de ser satisfechas. Así, sólo tienen consecuencias limitadas. Pero cuando los tiempos mejoran, la vida se vuelve más fácil. Entonces estos tres defectos se vuelven susceptibles de tener consecuencias nefastas. Examinad de cerca la carrera de personas que conocéis. En cuanto empiezan a palpar el triunfo, se vuelven arrogantes sin medida, se entregan a un lujo imperdonable. Es bueno enfrentarse con dificultades en la juventud porque el que no ha sufrido jamás no ha templado plenamente su carácter. Un Samurai que se desanima o abandona frente a las pruebas, no es de ninguna utilidad."
"La bondad o la maldad del carácter de un individuo no se reflejan en el éxito momentáneo o en el fracaso, aquí abajo. El éxito o el fracaso no son, a fin de cuentas, más que manifestaciones de la Naturaleza. El bien y el mal son, sin embargo, naturalezas humanas. No obstante, es cómodo, por razones didácticas, expresarse como si el éxito o el fracaso en el mundo fueran el resultado directo de un buen o mal carácter."
"Los tiempos han cambiado mucho en el transcurso de estos últimos treinta años. En nuestros días, cuando los jóvenes Samurais se reúnen, hablan de dinero, de provecho, de pérdidas, de la manera de administrar su casa, de los criterios para juzgar el valor de la vestimenta, e intercambian opiniones profanas. Si otro tema es evocado, el ambiente se estropea y cada uno se siente vagamente a disgusto. ¡Qué estado tan lamentable éste al que hemos llegado! Antaño, hasta la edad de veinte o treinta años, un hombre joven no tenía ningún pensamiento para las cosas materiales o indelicadas, por lo tanto no hablaba de ellas jamás. Si, por accidente, en su presencia, los hombres de edad madura dejaban escapar de sus labios alguna reflexión fuera de lugar, se sentía tan afectado como si hubiera recibido una herida física. La tendencia nueva ha penetrado aparentemente mediante lo que los tiempos modernos aprecian al máximo: el lujo y la ostentación. Sólo el dinero tiene importancia. Es manifiesto que si los hombres jóvenes no tuvieran estos gustos de lujo, incompatibles con su situación, esta actitud errónea desaparecería. Por otra parte, alabar como ricos en recursos a jóvenes ahorrativos y parcos, es completamente despreciable. La frugalidad equivale a la ausencia del sentido del giri u obligaciones sociales y personales. ¿Necesito añadir que un Samurai que se olvida de sus obligaciones hacia los demás es despreciable, cobarde e indigno?"
"La vía del Samurai exige, entre otras cosas, que se esté siempre dispuesto a someter a prueba la firmeza de su resolución. Noche y día, el Samurai debe seccionar sus pensamientos prepara una línea de acción. Según las circunstancias, puede ganar o perder. Pero evitar el deshonor es un hecho distinto de l victoria o de la derrota; para evitar el deshonor tal vez le será necesario morir. Pero si, desde el principio, las cosas no se desarrollan como había previsto, debería intentarlo de nuevo. Para ello, ninguna sabiduría ni habilidad particular son precisas. El Samurai valiente no piensa en términos de victoria o derrota; combate fanáticamente hasta la muerte. Sólo de este modo realiza su destino."
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